Las Olimpiadas son ricas en material ajedrecístico. A mi lo que más me atrae de ellas es cuando un “grande” del ajedrez se enfrenta a otro más débil y aún así este último le hace frente (!?).
Bien es verdad que eso apenas ocurre. Pero bueno, por lo menos se suelen ver enfrentamientos “variopintos” distintos de los que surgen en los principales torneos del mundo.
Otra de las cosas en las que me suelo fijar son en las partidas objeto de esta crónica.
Cuando medimos la fuerza en el ranking “Elo” de los jugadores, sabemos que dicha valoración está ahí por algo. Y casi nunca falla el pronóstico.
Pero, la belleza del ajedrez se manifiesta “incluso” en los enfrentamientos entre los más grandes del tablero.
Con todo lo que saben ¿cómo se ganan unos a otros?. ¿Cómo es posible que un gran maestro de más de 2.700 puntos pueda pasar apuros y terminar incluso perdiendo su partida?.
“Entre iguales” eso también sucede.
Lo cierto es que al analizar las partidas también descubrimos fallos de esos super-GM’s en la valoración de determinadas posiciones (!?). Increíble, pero cierto.
“¡El ajedrez es inagotable!. Se han jugado millones de partidas y se han escrito miles de obras, pero hasta ahora no existe la fórmula universal ni método que garantice el triunfo. Al ir conociendo sus múltiples aspectos, uno empieza a sentir una gran atracción por este juego”. Garry Kaspárov.
Ver cinco partidas “estelares” con comentarios.
ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA
