Antes de comenzar la crónica quiero felicitar públicamente al organizador del ajedrez palmero José Carlos Martín por estar entre los finalistas del prestigioso premio nacional Chessy a la Promoción del Ajedrez. Este importante galardón del ajedrez nacional premia trayectorias y el ajedrecista canario tiene una de muy buena calidad, posibilitando que jóvenes talentos palmeros destaquen en el mundo del ajedrez cada vez con más fuerza!.
Recordar al insigne desaparecido grancanario Gregorio Hernández que entró dentro de la fase previa, también por su “siempre” admirada labor a favor de la promoción del ajedrez, como organizador, directivo, árbitro, fotógrafo y hasta coleccionista de bellos objetos relacionados con nuestro mundo.
La institución tinerfeña CajaCanarias, también estuvo seleccionada para este importante premio nacional. Hoy el responsable de deportes de la Obra Social y Cultural de esta Entidad, Fernando Sánchez, me entregó el catálogo del “Grupo Banca Cívica” del Club de Ajedrez CajaCanarias. Se ofrece a los clientes de la Caja el ajedrez porque es educación, deporte, arte, porque nuestros jóvenes son campeones de España, porque Tenerife es un centro de alta tecnificación nacional. Porque a través de las escuelas de ajedrez de la Caja se llega a todos los rincones de las islas; porque tenemos al Maestro Internacional y Campeón de Canarias más jóvenes de nuestra historia y sobre todo porque a través del ajedrez los jóvenes mejoran su formación escolar (!?).
Y por último terminar por mi propia nominación dentro de personas de ámbito local que intentan promocionar el ajedrez, al lado de figuras renombradas y selectas del territorio nacional. ¿Qué puedo decir?. Símplemente que me siento muy orgulloso de que se me reconozca mi labor “amateur” y “altruísta” en pos de la difusión de la historia del juego-ciencia. Todo un estímulo sin duda para seguir escribiendo en Internet sobre lo que he aprendido poquito a poco a lo largo de toda mi vida de las lecturas de grandes libros de ajedrez (!?).
Muchas gracias a la editorial Chessy por haberme seleccionado y en concreto a su GM y director, Alfonso Romero. Y deseo ahora que consiga el premio, ¡el mejor!. Las anteriores ediciones han sido ganadas por gente muy prestigiosa como son Leontxo García (el ¡Maestro de maestros! del periodismo ajedrecístico internacional).
Y la segunda edición por la organización del Torneo de Linares, sin duda, el “Wimbledon” del Ajedrez! y la “entrañable” Revista española de ajedrez, Jaque!.
Más información en:
http://premionacionalchessy.blogspot.com/
Continuemos pues indagando en la vida de Bobby Fischer, el mayor genio de la historia!.
Hubieron dos partidas más históricas de Bobby en sus tiempos de juventud antes de llegar a la que corresponde analizar hoy.
Fueron las disputadas ante Donald Byrne en el III Trofeo Rosenwald de 1956, la llamada “partida del siglo XX” y que fue analizada entre otros por Keres, Kaspárov, Levy, Morán, Schiller, Bjelica, Brady, Wade, Reinfeld, Soltis o Müller.
Pongo seguidamente la foto de Fischer en aquella partida, con 13 años, aparecida en la portada de mi ejemplar de Chess Review de la época y que guardo con mucho cariño:
Y también destacar la partida celebrada con Attilio Di Camillo en el Eastern States Open de 1956, analizada por personalidades como Morán, Bjelica, Brady, Reinfeld o Soltis.
Pero pasamos ahora a ver una partida poco conocida de Fischer que significó que Bobby la ¡abandonara entre sollozos!. Su verdugo fue el maestro Max Pavey. Sí. Aquel que le dio la simultánea que significó la entrada del enfant terrible al reino de Caissa.
Fue a finales de 1956 en las semifinales del Campeonato de Manhattan. Merece la pena recordarla ahora, con interesantes variantes, pero mejor aún explicada con palabras, algo que el “gran público” sin duda agradecerá.
Pavey (1918-1957) fue un Maestro Senior norteamericano. Mientras estudiaba en Edimburgo en 1939 ganó el campeonato escocés. En 1947 venció en el Campeonato de los EE UU de Ajedrez Rápido disputado en Nueva York y dos años más tarde quedó campeón de aquella gran ciudad. Finalizó segundo (con Donald Byrne) en el U.S. Open de 1953 de Milwaukee y fue miembro del equipo USA que viajó a Moscú en 1955.
Químico de profesión, ejerció de manager de la Canadian Radium and Uranium Corp. Laboratory sita en Mt. Kisco, N.Y. Desafortunadamente fue víctima de un ataque de radioactividad y su vida acabó rápidamente con tan sólo 39 años, tras padecer leucemia con complicaciones coronarias.
Ver partida comentada entre Fischer y Pavey.
Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com