La partida finalizó para José Antonio Herrera González, de improviso y despidiéndose en silencio como era él.
Su vida tuvo con el ajedrez un vínculo que siempre le unió a la gran familia del ajedrez de La Palma y más al ser padre de uno de los mejores jugadores de ajedrez que dio nuestra isla, el MF José Antonio Herrera Reyes.
Gran aficionado al ajedrez, con una fuerza mucho mayor de lo que su elo reflejaba, y que en el presente año fue el campeón de Veteranos de La Palma, un título que mostraba lo fuerte que siempre fue su ajedrez, a pesar que en los últimos tiempos la salud no le acompañaba.
Muchos lo recuerdan jugando en la cafetería California, en las primeras actividades de ajedrez, donde era ya en los 90 uno de los más fuertes jugadores de La Palma.
Su trabajo, y su dedicación a su familia, quizás le impidió llegar más lejos en el deporte del ajedrez, donde es casi imposible compatibilizar el mejorar en este deporte con trabajar duramente en su labor profesional siendo en los pocos ratos libres que le quedaba cuando acudía a jugar al club de Santa Cruz de La Palma y en los últimos años jugando en el Club Breñadrez de Breña Baja.
Muchas charlas y partidas, a lo largo de más de 30 años de amistad me permiten describir a un hombre bueno, sencillo, grato en el trato, sin levantar nunca la voz, y que a pesar de los malos momentos por los que pasó, como la muerte de su hija Paula, siempre tenía en su afición al ajedrez de un salvavidas, que le permitió caminar con la fuerza necesaria para seguir transitando por la vida.
Descansa en Paz.