El último fin de semana de Noviembre de 2009, tuve la suerte de poder asistir junto con mi compañera de trabajo Isolina Majul a un curso de tecnificación ajedrecística para entrenadores impartido por el G.M. Mijalchishin, en el Centro de Ajedrez Cajacanarias de Tenerife. El profesor que impartía dicho curso tiene un laureado curriculum tanto como ajedrecista, así como en la labor de entrenador o analista, no en vano fue ayudante de Karpov en sus tres primeros matches contra Kasparov en los años ochenta. Además ha escrito numerosos libros de ajedrez con el prestigioso jugador Alexander Beliavsky y ha sido entrenador de más de una decena de grandes maestros.
Son muchas las cuestiones de las que podría hablar aquí sobre lo impartido en el curso, tanto de aspectos técnicos del ajedre,z como sobre la enseñanza o anécdotas sobre los grandes jugadores de nuestro deporte. Comentaré algo sobre esto último.
Según Mijalchishin, en la élite del ajedrez existen jugadores que destacan más en unas facetas de ajedrez que otros y viceversa. Por ejemplo, comparando intuición posicional y cálculo, el profe nos comenta que en su opinión tanto Botvinnik como Kasparov son dos de los campeones del mundo menos intuitivos que ha habido y se han basado más en el cálculo y en el uso de su razonamiento frente al tablero. Es decir, la primera elección para hacer un movimiento de estos jugadores (la intuitiva) no sería la que definitivamente jugarían cosa que si le sucedería con más asiduidad a jugadores como Petrosian, Karpov o Anand. Esta afirmación no era del todo compartida por todos los asistentes al curso, la mayor parte de ellos cualificados grandes maestros españoles. Para apoyar esta teoría, el profesor nos contó anécdotas como las siguientes:
En una olimpiada de ajedrez donde competía el equipo soviético se llega a una posición con partida aplazada. A la hora de analizarla, dirige la sesión el patriarca y campeonísimo del equipo soviético Mihail Botvinnik, rodeado por sus colegas de equipo y a la vez también rivales, campeones del mundo como Petrosian, Smyslov y Tal entre otros. Las primeras continuaciones que sugiere Botvinnik suscitan las risas de sus colegas, ya que parecen fallos clamorosos (a vista de campeones), a medida que profundiza en su pensamiento, los compañeros de equipos pasan a respetar sus nuevas sugerencias, las cuales finalmente llegan a imponerse.
Por otro lado, uno de los GM asistentes al curso añade una anécdota sobre Kasparov, que al parecer Mijailchishin como analista que de Karpov conocía bien. En el primer match entre las dos K en 1984, en el cual fue netamente superior en las primeras 25 partidas Karpov (+5 ), el equipo de analistas de Kasparov le sugirió a este que no analizara las partidas después de jugar con su rival, ya que Karpov intuitivamente refutaba la mayor parte de sus análisis, lo cual desmoralizaba a Kasparov. Sin embargo, Kasparov da otra versión, nos dice que el consejo más bien tenía que ver en no descubrir al rival las aperturas y su pensamiento en general. Como quiera que fuese, Kasparov aprendió muchísimo en ese match que finalmente se acabó suspendiendo y en los posteriores se mostraría algo superior a Karpov (salvo en Sevilla 87).
Sobre este carácter intuitivo de jugadores como Karpov, el GM Mijailchishin añade que el mejor Karpov sería netamente superior al mejor Kasparov en la modalidad de ajedrez aleatorio de Fischer, donde se sortearía la posición inicial de las piezas, ya que Kasparov basa su fuerza en gran medida en ser el jugador más fuerte de la historia en las aperturas y en el cálculo, según el profesor, donde no ha habido otro como él, además añade que sobre esta modalidad el mejor Karpov frente al mejor Fischer sería una gran lucha.
Teniendo en cuenta todo esto me surgen muchas dudas, no estando del todo de acuerdo con esta teoría del profesor. Es por ello que le pregunté como Kasparov era además el mejor jugador del mundo a rápidas superando al mismísimo Anand, un jugador de los mejores de la historia en blitz (y a lentas). El profe me decía que Kasparov era capaz de hacer cálculos rapidísimos y que tenía muy buena mano para jugar a rápidas, algo que según el es fundamental en esta modalidad de juego. Pese a todo la respuesta no me convenció, no consigo ver la computadora en la cabeza de Kasparov, una gran intuición también habrá de tener el hombre, además de una memoria prodigiosa y el mejor cálculo ….¿qué opinan los lectores?.