Gran jugador muy táctico y temperamental, que siempre disfrutó del ajedrez, haciendo de este deporte su gran pasión y disfrutando en todas las partidas que jugo, que fueron miles, porque para Cano el ajedrez fue algo más que un deporte.
Ganó, jugó, disfrutó de cientos de partidas en torneos oficiales y aficionados dejando siempre su gran impronta.
Desde ajedrez La Palma le damos el sentido pesame a su mujer Monserrat y a su hija Patricia y a sus nietos y al resto de familiares.
Ha sido un placer compartir con él tantas horas, tantas partidas y tantas conversaciones. Descanse en Paz Amigo Cano.